El viento era un murmullo que se extendía y replegaba.
En la medida en que se iba acercando descubrió que la luz venía de una ventana, adentro había una mujer que no podía dormir. Se revolvía en la oscuridad, se quedaba quieta, encendía la luz, se sentaba en la cama, tenía miedo y esperaba un momento antes de volver a apagarla e intentar no abrir los ojos.
Después de un nuevo lapso de oscuridad, la luz se volvió a encender. La mujer que venía de la noche estaba por entrar. Dentro de un momento la luz se iba a apagar y permanecería así hasta que saliera el sol.
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