martes, 27 de octubre de 2009

Octubre




La revolución todavía tiene sentido cuando no se han cumplido 20 años y se puede escuchar hablar de ella hasta la madrugada, mientras se cierra la edición del único periódico de una ciudad pequeña y se cree que al otro día eso habrá significado algún cambio.
A esa edad, Árbenz es un descubrimiento; Cuba, un destino obligado; y la poesía: Castillo y Obregón.
Aún no se sabe que tener un hijo puede ser una mala noticia que nada tiene que ver con la consciencia social ni se conocen las otras connotaciones de traición, búsqueda del bien individual y deserción.
A los 20 años aún se puede creer que el fracaso de la Revolución es el culpable de que este sea un mal país, y se está a un paso de descubrir al prójimo, descubrirse a sí mismo, y darse cuenta de que se puede estar totalmente equivocado.

6 comentarios:

Prado dijo...

la única revolución posible es la de la conciencia. lo demás es un suceso accesorio. Besos.

Alex Socop dijo...

Como mueren las ilusiones, y se van culpa de los fracasos, lo importante creo yo, es nunca dejar de soñar y de luchar, aunque no todo sea tan bueno como se quisiera.

akbartol dijo...

Ahora imagina la misma perspectiva cuando pasas de los treinta... el mundo sigue siendo la manzana para devorar; solo que ahora es enorme.
La revolucion empieza en el momento que percatas que eres parte de un gran engranaje.

Miss Trudy dijo...

Creo que la cosa es que al madurar, las experiencias vividas nos han hecho comprender mejor la realidad y por ende, empezamos a comprender que un ideal etico es solamente un modelo a seguir, no una meta a alcanzar. El ideal nunca se va a alcanzar, por que somos humanos y falibles, pero nos da parametros para una mejor vida. Sin un ideal a seguir, que queda de la vida ...

Anónimo dijo...

A los 20 creemos tantas cosas y a los 40...también. Nunca dejaremos de aprender, sorprendernos y desilusionarnos. ¡Bien por nosotros!
Saludos Vania

Flor de María

Anónimo dijo...

Prado es un sabio!
Sergio.