viernes, 9 de abril de 2010

Viernes 3 a.m


No íbamos a amarnos 

ya lo sabíamos 

Entonces caminábamos hacia el cuarto 
a oscuras
como si estuviéramos soñando con
una amalgama de sombras 
que respiraba con dificultad
por tener encima 
todo el peso de la noche 

Y cuando abríamos los ojos
o los cerrábamos de nuevo
no lo sé con certeza
estábamos uno al lado del otro
sabiendo que el amor sirve
para llenar vacíos
igual que leer o escribir
lo único que hacíamos con insistencia
cansados de no aprender a vivir

Afuera 
el silbido de una fábrica
anunciaba el turno de la madrugada

La puerta que seguía abierta
temblaba de frío
gemía quedo
mientras escuchábamos
en nuestras cabezas
al narrador que contaba
la historia de dos seres que
cuando al fin abrían los ojos
o los cerraban
no lo sé con certeza
hablaban sin verse
como si estuvieran solos
mirando fijamente el techo
o la ventana abierta
mientras cada uno se marcaba espirales
sobre el vientre aún sensible
para seguir pronunciando
“imposibilidad” y “muerte”
sin angustia
para vestirse sin tristeza
dándose la espalda

Atrás de los árboles 
que están del otro lado de la avenida
el reflector de un edificio gritaba
que el cuarto estaba lleno de ramas
arbustos negros
que dibujaban las ondas del viento 
sobre las paredes que se creían limpias
sobre sus brazos desnudos
sobre sus caras
solo para convencerlos
de que seres de los bosques 
como ellos
no existen
de que en un cuarto lleno de árboles
el frío nunca se acaba

7 comentarios:

Miss Trudy dijo...

Muy bueno. Trasmite esa sensación de frio y soledad.

José Roberto Leonardo dijo...

buen color y ritmo, buen texto en sí, felicidades vos, saludos...

Eddy dijo...

Vos, ya te soltaste como poeta. Ya te libraste de la jaula de la prosa.

Anónimo dijo...

Trudy: misión cumplida, entonces. Gracias por pasar, saludos.

JR. Leonardo: Buena onda vos. Saludos.

Eddy: Pues fijate que de hecho, a finales del otro mes presento mi primer libro con Catafixia. Siempre te cuento. Saludos

carlos dijo...

nice vanias!!! me llega, lo sabés!!!

Anónimo dijo...

Increible manera de escribir cada palabra lleva peso ese peso le da sustento de credibilidad a sus letras, porque desnuda su alma, revelando ese sentimiento, con elegancia y ligera sutileza que tiene para escribir su sentir. Muy bueno.

Anónimo dijo...

Gracias Mezoski, buena onda!

Gracias Flor, bienvenida.