domingo, 13 de septiembre de 2009

Cuenta regresiva



Cuando den las tres de la tarde abriré la puerta
lo dejaré pasar

Recorrerá
sin mirarme
los rincones de la casa

Revisará con violencia debajo de las cortinas
hojeará los libros que están sobre la mesa
lanzará mis textos al piso
-así es de implacable-

Me dejaré llevar hacia la cama
revuelta

En silencio
sentiré su peso
esconderé el rostro
el ahogo
mientras me hable al oído
de las cosas que quiero olvidar

Buscaré con la mirada el reloj:
son las tres de la tarde
-gritará-

Entonces mejor cerraré los ojos
lo abrazaré
le clavaré las uñas
esperaré a que anochezca
a que deje de llamarse domingo
a que encuentre la ventana abierta
cuando decida largarse.

6 comentarios:

Prado dijo...

este está pesado. las últimas imágenes son las que más me gustaron por lo densas.

un beso de domingo a lo lejos.

Julio Serrano Echeverría dijo...

solamente muero los domingos, y los lunes ya me siento bien...

abrazote poeta, mis respetos, mis respetos...

Alex dijo...

hermosa la reinterpretación del tiempo al final del domingo, de la presencia y del miedo.

Saludos a la distancia colega!

Andrés Boiero dijo...

toda la filosofía por lo menos la Occidental hace agua un domingo.

PROSÓDICA dijo...

Esto es BIG LOVE BIG TIME!!. Qué rico... las imágenes me transportaron a un sin fin de lugares y momentos diversos... como ese que decís de ojear los libros, tan peculiar, pero tan común... la mayoría de personas husmeamos las libreras de otros jajajaj.

Abrazos y muy bueno Vania.

Fabrizio Rivera dijo...

Y sin embargo, ella sabe que el reloj dara con las tres de la tarde, que se volvera a disolver... pero mas perturbador aun, que volvera el domingo y de nuevo y una vez mas.

Adore el post.