La mujer lo observó dormir un momento. Luego se levantó despacio para abrir los regalos que él le había entregado la noche anterior: un suéter (vendrán días fríos repitió una voz en su cabeza) varios libros (vendrá soledad volvió a decirle la voz).
Entonces regresó a la tibieza de la cama y de su espalda, y lo abrazó como abrazan los que tienen la certeza de las despedidas. Cerró los ojos y, mientras lo escuchaba respirar, soñó con el mar.
7 comentarios:
Con esto, lloré por dentro.
Gracias por pasar por aquí Anna!!
Me gusta mucho lo que escribis, y sobre todo el estilo, me gusta la simpleza del lenguaje, y la brevedad de los textos, decis mucho con poco, y logras transmitirlo bien.
Abrazos. :D
Qué alegre recibir tus palabras, buena onda!! abrazos de vuelta. :D
Formidable. Cinco polillas, querida.
Me encanta, en tan pocas lineas que se transmita tanto y que sobretodo nos llegue a esos lugares en donde se conecta con nuestras emociones. Excelente trabajo!
Me encanta, corto y preciso pero logra llegar y sacar aquello que no creiamos sentir. Excelente!
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