domingo, 25 de mayo de 2014

Diversidad: piezas para armar una nación




Revisitemos una historia familiar. Ella se llama Guatemala y es madre. Ya lo era antes de que viniera España y la poseyera, le cambiara el nombre, la vida, instalara con prepotencia a sus hijos en casa, como si fueran de ella también, antes de que aparecieran los de ambos: un híbrido que no sería español ni indígena. Un bastardo que tendría malos recuerdos de su padre desconocido, del que solo heredó la autoridad y la violencia.
Fueron ellos los que tomaron la dirección de su familia monoparental y se dedicaron a construir una historia para ellos y sus hermanos, hijos de madre. A los que incluyeron cuando les convino, y condenaron a una presencia pasiva, silenciosa.
Así fue desde la Independencia, pasando por las sismas sociales del siglo XIX y las del XX hasta llegar a 1996 donde, tras 36 años de conflicto armado, los guatemaltecos se vieron en la necesidad de reconstruirse una vez más como nación, reconciliarse como hermanos y no solo volver a empezar, sino enfrentarse a una nueva colonización: la globalización.
El reto que se plantea esta vez parece no ser tan solo la inclusión social del pueblo indígena. Se trata, más bien, de un acercamiento, de un reconocimiento y valoración de su riqueza cultural, esa misma que nunca se tomó en cuenta en otras reconstrucciones.
Se trata de armar una historia parecida al amor, en la que se intente convivir con “el otro” sin querer cambiarlo. Una historia en la que se reconozcan plurales, y con esa fuerza protejan todos los flancos, defiendan a la madre: Guatemala / Paaxil: que es la misma.
Estos desafíos son los que abordan, desde diferentes perspectivas, los autores de los ensayos de este libro: Repensarnos: un trabajo conjunto entre UNESCO y la Universidad Rafael Landívar, que reúne textos multidisciplinarios que abordan un mismo tema: construir una nación desde la diversidad y que ésta se convierta en una fuente de intercambios y beneficios mutuos.
Para comprender mejor esa necesidad, Regina Fuentes Oliva, hace un recorrido por los momentos históricos en los que el país se ha planteado su reconstrucción como Estado, pero basado en la exclusión y el racismo.
El panorama se va complementando con los textos de Ajb’ee Jiménez, Alejandro Flores, Iyaxel Cojtí Ren y Anabella Giracca, quienes subrayan la importancia de ahondar en el pensamiento crítico y la experiencia de los pueblos indígenas, para replantear, de esta manera, la forma de ver a Guatemala.
Se trata de darle continuidad a sus conceptos vitales, tradicionales, su ideología y sus fortalezas en el campo tecnológico. Identificar esos conocimientos, protegerlos, difundirlos y valorarlos como una fuente de riqueza y poder intangible para el país.
Otra manera de acercarse a los elementos que contribuyen en la construcción de la nación es, sin lugar a dudas, a través del arte.  En esta apartado, artistas de la plástica guatemalteca, como Sandra Monterroso y Benvenuto Chavajay, así como el escritor Francisco Alejandro Méndez parten desde sus campos de creación para demostrar cómo a través de la socialización de una obra de arte se puede generar pensamiento, reflexión, y cómo estas expresiones, tanto en la plástica como en la literatura, se convierten en ventanas para conocer esas otras maneras de hablar del país, de percibirlo.
Y con el objetivo de ampliar la perspectiva regional hacia una más latinoamericana, el libro incluye tres ensayos sobre el pensamiento crítico latinoamericano: “Filosofía intercultural”, “Filosofía latinoamericana” y “Pensamiento alternativo y alterglobalización”. Textos que son parte de un libro que publicará la Universidad Católica Silva Enríquez, de Chile.
Con la publicación de Repensarnos se deja constancia, además, de la designación de Guatemala como Capital Mundial de la Filosofía del año 2012, durante la celebración de su día, instituido por UNESCO, el tercer jueves de noviembre de cada año. Tomando en cuenta que esta disciplina y su enseñanza “estimulan la apertura mental, la responsabilidad civil, el entendimiento y la tolerancia”, bases que hacen tanta falta para amalgamar nuestras diferencias, para reconstruir nuestros imaginarios.


Montiel, Edgar, Juan Blanco y Amílcar Dávila. (Coordinadores). Repensarnos. Unesco/URL. Marzo, 2011.

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